lunes, 8 de marzo de 2010

Fotografia, Creatividad y Vida Cotidiana

Hoy por hoy y quizás desde siempre, la sociedad, el sistema, el mundo mismo es impensable sin la imagen, no ya la autoimagen narcisistica, para nada superada, si no mas bien confirmada entre tanto talento autocentrado. Me refiero a la imagen originaria, simbólica, metafórica, que seguramente comienza en las cavernas como un acto de magia para capturar la realidad, pero que miles de años después en pleno Imperio Romano, un discurso lleno de amor y transformación revolucionario para la época, un mensaje increíble y divino, lo transformamos en una imagen congelada y por lo tanto tenemos aquí un primer corrimiento profundo de la información, aquí aparece la primera gran confusión; la imagen del Cristo no es el Cristo y la catarata de parábolas no pueden, ni quieren decir una sola cosa y mucho menos una sola verdad, como quizás el 80% del planeta quiera creerlo. Pero no me refiero a que el de rulos y ojos azules nada tiene que ver con el morocho y aceitunado arameo nacido en Belén, eso ya no importa, aunque lo hayan pintado tal como fue, esa pintura nunca será la cosa pintada, por su carácter de ser pintura, es eso y punto, (podríamos hablar de lo representado pero temo abrir demasiados frentes).

Pero dos mil años mas tarde esto no a cambiado en nada, el mundo digitalizado del “Retrato sin Persona” no quiere aprender que la foto no es la cosa fotografiada, que la fotografía misma es “la cosa en si” que dependía por supuesto de aquello que llamamos realidad pero en las cavernas era igual, las imágenes encontradas eran un intento de fidelidad con aquello que se quería cazar, pero el dibujo, no era el ciervo, si lo fuera, el cazador se comería el dibujo y no se expondría a la cacería, pero como aprender que UNO NO ES eso que esta en el portarretrato, que eso que llevo en la billetera no son mis hijos, ni mi amada, ni la abuela, insisto ninguna foto es la persona, o el paisaje o, etc, etc…

Entonces como hablar de metáforas, de símbolos o simplemente de imágenes sin llevar a cabo esa discusión interna entre realidad y ficción, esta ultima palabra parece tener algo que ver, ya que no solo el común de la gente (una forma de decir, ya que los artistas somos gente común) si no los propios artistas tienen dudas sobre lo ficcional del arte, del sinsentido, del juego, de lo creativo como perecedero, hoy damos un mensaje que mañana puede cambiar, esto mismo que estoy escribiendo en otro momento será pensado diferente, pero esta mal visto, no es sostenible por ciertas maneras nuestras del pensar, ¿del pensar o del ser pensados? Descubrir que cada uno tiene muchas diferentes maneras de “ser pensado” no es una tarea sencilla, pero entrar en el contradictorio, ambivalente mundo de la metáfora tiene mucho que ver con esto, el mundo ficcional, imaginal, los sueños, el inconciente; todo es imagen en primera instancia, que luego traducido a palabras ya sabemos, cada vez que contamos un sueño, (solo a manera de ejemplo) sabemos, intuimos que cada palabra borra, anula las imágenes, es cierto que las palabras traen nuevas sensaciones pero aquellas sentidas por las imágenes “originales” desaparecieron o desaparecerán lentamente.

Creo que necesitamos entrenarnos en múltiples direcciones, elastizar nuestro pensamiento como una manera acceder a niveles de mayor creatividad, aprender que la creatividad es aquello que necesariamente se va a perder, si puedo apropiármelo seguramente no es creatividad, pero como aprender a confiar en la creatividad como un movimiento que esta vivo, que no puede fijarse, o clavarse, que pertenece a la vida misma y no a alguien en particular, pero los humanos llamamos creativo a cualquier ocurrencia siempre y cuando tenga un autor, nos cuesta ver lo creativo en la vida, en la naturaleza, vernos como parte de esta, en estas época de terremotos y tsunamis, los científicos se encargan de recordarnos lo que desearíamos olvidar con desesperación “QUE EL PLANETA ES UN SER VIVO” que esta en manifestación, se esta expresando creativamente, lo que es lo mismo decir “EL MUNDO, NO ESTA TERMINANDO” se esta haciendo todos los días, pero creíamos que si, que estaba hecho, hemos armado una imagen, una foto fija del planeta, no una película en cuatro dimensiones (ya llegaran). Pero como definimos que la foto es la cosa, ahí, asi estamos, clavamos la foto en el marco de nuestra conciencia, y nuestro inconciente a los gritos pidiendo que saquemos el clavo, porque así nunca veremos la realidad, el cambio, la transformación necesaria para una existencia menos dramática y mas sincera, pero ¿Queremos hacerlo?

Para eso es necesario comenzar con lo mas sencillo y no hay recetas, cada uno debe descubrir como hacerlo, la foto de portarretrato, la del álbum, la del diario, la del noticiero… ninguna es la realidad y mucho menos la verdad, pero con nuestro cerebro pasa lo mismo y tengo que aprender a desterrar imágenes que creo reales y/o verdades, que al igual que las modernas computadoras que ya toleran varias pantallas sin colgarse y permiten que interactúen varios programas simultáneamente, nuestro cerebro debe aprender también lo mismo, descubrir que varias pantallas pueden y deben aprender a convivir aunque aparezcan como contradictorias, aunque quizás sea una de las cosas mas difíciles de lograr, dado que hasta la propia personalidad es una foto fija que cree ser todo y no quiere formar parte de la película viviente que es nuestro planeta. Admitir que vivimos en un mundo de alta complejidad no es presisamente una tarea sencilla pero profundamente creo que debemos hacerlo.

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